Biografía Diana Fuentes

Diana Fuentes, una de las voces más poderosas, dulces y melodiosas de la música cubana y latinoamericana de hoy, nos muestra su más reciente producción discográfica y tercer álbum de estudio titulado Todo está pasando. Como ya es sello de la artista, su nuevo disco trae una interesante amalgama musical, donde se fusionan la música tradicional y popular de Cuba con los ritmos contemporáneos y modernos, para crear propuestas únicas que son relevantes a las generaciones de hoy, con un sonido actual nunca ante escuchado pero que a la vez rinde homenaje a sus raíces culturales cubanas.

Todo está pasando es una compilación de diez temas grabados completamente en Cuba y escritos en su mayoría por la cantautora. El disco a su vez conto también con la colaboración de otros grandes artistas entre ellos Vicente García quien compuso en su totalidad el tema “Que Pasara” y “La Fortuna” una colaboración del puertorriqueño Tommy Torres. Fuentes considera que este proyecto es uno de sus trabajos mejor logrados hasta la fecha; el mensaje en esta propuesta musical es el amor en todas sus esferas y escenarios, del optimismo y de cantarle a la felicidad en estos tiempo tan convulsos en los que está pasando de todo, de ahí el nombre del disco. El álbum, producido por el ganador de Grammy y Grammy Latino Eduardo Cabra –uno de los ex líderes de la popular y ya extinta banda Calle 13 y artífice de su inigualable sonido–, nos presenta además colaboraciones con importantes artistas de la escena musical latinoamericana como el brasileño Seu Jorge; el cantautor, compositor y productor puertorriqueño ganador de Grammy, Tommy Torres y el dominicano Vicente García, así como la participación de importantes músicos y arreglistas legendarios como el saxofonista cubano César López.

El primer sencillo que se desprende de este trabajo se titula “La fortuna” –colaboración de Diana con el galardonado productor y cantautor Tommy Torres–, un tema con un aire de son cubano pero mezclado con reggae jamaiquino que crea un sonido único el cual se escucha clásico, pero nuevo a la vez. Es una entrada a lo que es el disco, una canción muy bien lograda que refleja esa mezcla particular de todo el álbum y que habla de la felicidad, de la fortuna de poder amar, entregarse al amor y gozarlo, dejando claro que la fortuna no se trata solo del dinero, sino también de lo simple de la vida y del poder amar y ser amados.

Según la artista, Todo está pasando es uno de los álbumes más completos y mejor logrados de su carrera que comenzó cuando apenas era una niña en Cuba, en la Compañía de Ballet Laura Alonso, luego en el Conservatorio de Música Alejandro García Caturla y posteriormente en la Escuela Nacional de Arte, donde centró sus estudios en dirección coral. Tras su formación, la artista pasó a hacer parte del grupo Síntesis de música afrocubana y fusión en el 2001, con quienes saboreó el éxito al ser nominada a un Grammy Latino en el 2002 por el álbum Habana flor de piel y donde permaneció por seis años. De ahí decidió mirar a otros horizontes con el reconocido cantautor cubano X Alfonso, con quien trabajó el disco X Moré que también fue nominado a un Grammy Latino. A partir de estas colaboraciones, continuó su camino ascendente al unir su melodiosa voz a artistas de la talla de Amaury Pérez (“Algo en común”), Roberto Carcasés (“Mambo’) y Aldo López Gavilán (“Talking to the Universe”). También conjugó su voz con la de otros artistas cubanos en la compilación Cuba canta a Serrat, en la que intérpretes del país caribeño exaltaron las aportaciones del cantautor español. Además, Diana compartió créditos con la renombrada intérprete Omara Portuondo en el álbum Women are Beautiful del productor Roberto Carcasés y con los inigualables poetas Silvio Rodríguez y Pablo Milanés en el disco Cubans, del productor José Luis Barba.

Estas colaboraciones permitieron que la joven se cruzara con el talentoso productor Descemer Bueno, quien le propone labrar su primer disco Amargo pero dulce, en el que recorre los géneros del pop, soul y R&B. Pero la artista lograría su proyección internacional con el lanzamiento de su segundo álbum Planeta planetario en el que marca su complicidad artística con el músico y productor Eduardo Cabra, quien tradujo las inquietudes artísticas y las últimas vivencias de la cantautora en ritmos con el fin de crear un planeta único.